Lo que SÍ me gusta:
Caricias lentas, música suave por la noche, olor a canela, conversaciones valientes donde uno puede ser auténtico, y momentos que ojalá duraran para siempre.

Lo que NO me gusta:
Frases vacías, prisas al hablar, indiferencia, grosería disfrazada de sinceridad y cuando alguien no escucha porque solo piensa en sí mismo.

Cuando estoy en línea:
Sueldo conectarme por la noche — cuando los pensamientos son más intensos, los deseos más claros y las palabras más sinceras. Escríbeme después del anochecer

Cuál es mi descripción:
Cuando todos duermen, pongo música, abro la ventana, preparo un té de jazmín y escribo pequeñas notas en mi cuaderno — a veces sobre personas, otras veces sobre mí, y casi siempre sobre lo que me gustaría sentir. Me importan los detalles: una mirada que se queda un segundo más, un roce casual, una sonrisa fugaz. No busco un ideal, sino a alguien con quien pueda ser diferente: juguetona, profunda, un poco rara y a veces callada. Me encantan los paseos al atardecer, la atmósfera de los cafés antiguos, las ciudades bajo la lluvia y las conversaciones inesperadas. Sé escuchar, sentir, y valoro la ironía sutil. Me gusta cuando un hombre habla con sinceridad, sin juegos, aunque lo haga con torpeza, siempre que sea auténtico. No diré frases típicas como “me gusta viajar y comer bien”, porque eso aburre. Prefiero contarte cómo una vez me perdí de noche en una ciudad extraña y fue una de las mejores noches de mi vida. ¿Y tú? ¿Has tenido algún momento inesperado y hermoso?